Calaveritas Literarias

El Hotel Don Simón y el Restaurante La Campana, en conjunto con la revista Pensamiento Libre, organizaron un concurso de calaveritas literarias en distintas categorías. Les compartimos las calaveritas ganadoras.
Categoría: dedicada al Hotel Don Simón
Calaverita al Hotel Don Simón
Por María Guadalupe Linares Villa
La muerte andaba viajando
Buscando una habitación
y decidió hospedarse
En el hotel Don Simón.
Ella encontró buen servicio
Y se los quiso llevar
Hasta el mismo camposanto
Y así poder descansar
Al primero de la lista
Fue al de la recepción
Y así en el camposanto
Le ofreció una habitación
Ahí tendrás todo el día
Dijo la muerte a su cliente
Una linda habitación
Siempre con agua caliente.
Yo mejor me quedo aquí
Pues allá yo no tendré
Una cobija caliente
Ni una señal de internet.
Aquí tienes tu cobija
Y tu señal de internet
Y así en el camposanto
Muy contento te tendré
Además, yo te pondré
Ahí en tú habitación
Una bonita sorpresa…
“Te llenará de emoción…
Ahí tienes e n tu armario
Una plancha no muy vieja
Y así no tendrás que pagar
A diecisiete la pieza
La muerte convenció a todo
El personal de este hotel
A seguirla muy contentos
Y hasta hicieron un coctel
Categoría: dedicada al restaurante La Campana
Calaverita a La Campana
Por Erika Castro Cruz
Dicen que ya la huesuda
por la campana anda rondando
que a varios de los chicos anda buscando.
La catrina a todos ellos se quiere echar
porque no le dieron su te chai.
La catrina esta reza que reza
para que le den por lo menos una cerveza.
Pero Luis le sirvió un tequila
para tenerla un rato tranquila.
Pero cuidado con Jorguito que ya le dio un mojito
y él le anda cerrando el ojito.
Pero nada tonta la catrina miraba a la cocina
donde comía un camarón el condenado de Aron.
Ay! Pobrecito del chefcito triste y solito
termino comiéndose un pedacito de pancito con un rico cafecito.
Ya atarantada y cansada la catrina
a su casa quiere llegar,
pero no conforme con los tragos
al gerente se quiere llevar a descansar.
Categoría: empleados Hotel Don Simón
Calaverita a Itan Aron
Por Rosario Bernal
Afuera de “La Campana” fumaban tranquilos
Itan y sus inseparables amigos
Cuando de repente se escuchan extraños ruidos,
Pues era la huesuda que ya los había visto.
Tarde ya era para correr
Pues en cuestión de segundos la huesuda llegó al hotel
Itan asustado le pregunta:
¿Te ofrezco algo de beber?, pero la calaca le responde:
“Al final tú sabes que conmigo te llevaré”.
Convivieron largo tiempo
Pues la huesuda en el vino querían perder
Pero ella fue más inteligente
Pues mujer tenía que ser.
Se acercaban las 23:00 horas
Y restaurante se cerraría
Itan asustado con insistencia le decía
“No me lleves calaquita, no me lleves por favor”
Que mañana tengo un convivio que he esperado con fervor.
La huesuda le responde: “Ya no insistas Itan Aarón”
Te dejaré más tiempo porque te hará una dedicación el área de recepción.